Dr. Orlando L. Rodríguez Calzadilla1, Dr. Andrés Ernesto Rodríguez Cárdenas2
En nuestra experiencia cualquier personalidad puede sucumbir en la ingestión de bebidas alcohólicas, siempre que por algún mecanismo se viabilice el contacto frecuente con el tóxico. A nuestro cuerpo de guardia los pacientes con traumatismos cráneomaxilofaciales acuden con mucha frecuencia y en su gran mayoría la causa que motivó el daño es la ingestión de bebidas alcohólicas. Los pacientes que han ingerido bebidas en cantidades anormales tienen un comportamiento inadecuado y no cooperan con el equipo médico para su atención de urgencia, en ocasiones el equipo médico no realiza un manejo adecuado con estos pacientes, ni tampoco una rehabilitación posterior en su evolución o tratamiento postraumático. Las ocupaciones del médico en la sociedad cubana responden a un ideal común, a un único propósito; luchar contra la enfermedad, mantener la salud y procurar la felicidad de los hombres. Motivados por la ética colectiva que comprende los principios que rigen la conducta de un grupo de trabajadores de la salud, y la conducta que debe asumir el equipo de traumatólogos de los hospitales territoriales en nuestra provincia se realizó esta revisión bibliográfica.
Descriptores DeCS: ALCOHOLISMO; CONDUCTA SOCIAL; PERSONALIDAD; TRAUMATOLOGÍA
La medicina surge como necesidad natural frente al dolor físico
y la enfermedad, con el desarrollo de las civilizaciones y culturas, la medicina
fue transformándose en ciencia, pero reconociendo como fin único
la curación o la asistencia médica, pero lentamente fue adquiriendo
una especial configuración frente a los problemas y necesidades de las
colectividades, desplazándose en ocasiones al interés del hombre
enfermo aislado, del individuo o toda la sociedad. El patrón técnico
de la sociedad en desarrollo descansa en las constantes innovaciones y adelantos
científicos: “Hoy más que nunca el saber es poder”1.
Los filósofos de la antigua Grecia llamaban <<arte de la dialéctica>>
al establecimiento de la verdad mediante la controversia o la conversación,
en la que se revelan contradicciones en las opiniones de los interlocutores2,3.
El desarrollo de la ciencia y la técnica, en nuestro país, con
la formación de un médico más integral y con una filosofía
materialista dialéctica, se basa en tres principios fundamentales: no
causar daño, hacer bien al paciente y abstenerse de emplear su pericia
en actos coercitivos4.
Apoyados en los valores como el respeto por la vida humana, por la dignidad
del hombre, así como la gratitud, compasión, justicia y humildad,
constituirán la “Carta Magna de la Ética Médica Profesional”5,6.
El hombre posee una formación bio-psico-social. El aspecto biológico
le da la vida, el aspecto psicológico lo diferencia de los animales,
porque le permite el raciocinio y el social le permite vivir en sociedad. No
existe un vinculo directo entre lo biológico y lo social, pero el mismo
tiene lugar a través de la actividad psíquica, esto demuestra
el importante papel del proceso psíquico en la actividad humana como
mediador entre lo biológico y lo social7.
Es importante destacar que mientras más profundamente conozca un profesional
su fundamento filosófico, cualquiera que este sea, tanto más armónica
y efectiva será su práctica. La expresión práctica
de la aplicación cotidiana de estos marcos referenciales implica: La
valoración no perjuiciada; el estudio y atención multilateral
de los fenómenos; la concepción del hombre y su entorno como proceso
en desarrollo, donde el conocimiento de los aspectos etnosocioculturales y vivenciales
resultan esenciales para la compresión de su conducta8.
La sociedad actual se caracteriza por el énfasis de la tecnología,
los cambios acelerados y la deshumanización. Por ella, la atención
que se brinda al hombre en el campo de la salud debe fundamentarse en una formación
humanista. Esto obliga a educar a las personas en una forma integral y no solo
acumular y trasmitir una cantidad de información. Todo buen profesional
de la salud debe ser humanista.
La bioética abarca un campo mucho mayor que el de la estricta relación
médico-paciente e incluye la responsabilidad profesional, las formas
de la vida apoyadas en las formas modernas de la medicina institucionalizada
y organizada, siente las bases filosóficas de armonía y equilibrio
que conforman la salud4.
A todo lo largo de la historia, y también en nuestros días, la
dialéctica ha tenido y tiene que luchar con la metafísica como
modo contrario de pensar y como concepción opuesta al conocimiento del
mundo.
En el proceso de desarrollo del conocimiento científico y filosófico
del mundo han sido descubiertas muchas formas y manifestaciones de la concatenación
Universal de los fenómenos y se han creado los conceptos que los expresan;
así son, por ejemplo, los conceptos de causalidad, interacción,
necesidad, ley, casualidad, esencia y fenómeno, posibilidad y realidad,
forma y contenido1.
Aunque el abuso del alcohol fue reconocido desde épocas pretéritas
como un problema de índole social, por su repercusión nociva sobre
los colectivos humanos, la instauración de la categoría alcoholismo
con la consiguiente inclusión de dicha toxicomanía en el ámbito
médico, no ocurrió hasta 1849, en que Magnus Huss acuñó
el término cuando Suecia era el país de mayor consumo de bebidas
alcohólicas en todo el mundo9.
En Cuba las cifras de morbilidad son comparativamente bajas, en Europa y América
del Norte se pueden generalizar groseramente la prevalencia del alcoholismo.
Población de 16 años o más: consumo de 15 litros de alcohol
percápita por año, del 3 al 5% de dependientes alcohólicos;
más de 5 a 8% de otros bebedores problemas que son también alcohólicos
(Martínez M. El tratamiento del alcoholismo: estudio comparativo de tres
métodos. Trabajo de Terminación de Residencia Hospital Psiquiátrico.
Ciudad Habana. 1981), 25 % de admisiones en hospitales psiquiátricos
y 5 a 8% del total de pacientes ingresados por psicosis10, 30% del total con
cirrosis hepáticas11,12 y 12 años de reducción promedio
de esperanza de vida13. Además se vincula a la ingestión de alcohol,
el 50% de fatalidades de tránsito, 50% de arrestos policiales, 50% de
muertes en incendios, 60% de muertes por inmersión, 50% de homicidios
y asaltos, 30% de suicidios, del 30 al 40% de violaciones y 50% de actos de
violencia hogareña14,15.
Fue este el primer esfuerzo científico para liberar al paciente alcohólico
de las ancestrales concepciones que lo valoraban como delincuente, perverso
y en el mejor de los casos, débil moral. La situación es actualmente
más favorable, aunque desgraciadamente todavía muchos facultativos
en diferentes latitudes se resisten a considerar al alcohólico como un
paciente, por tanto, lo excluyen de las responsabilidades preventivo-curativas-rehabilitatorias,
mientras que otras veces reconocen solamente como enfermos a los que padecen
afecciones asociadas a estas toxicomanías, como delirium tremens o la
cirrosis hepáticas16.
Muchos países desarrollados reportan cifras irrisorias del 5% de alcoholismo
en adultos, cuando realmente dicha entidad supera del 12 y 15%17-18.
El comité de expertos de la OMS plantea: “El alcoholismo es un
trastorno conductual crónico manifestado por repetidas ingestas de alcohol,
excesivas respectos a las normas dietéticas y sociales de la comunidad
y que acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y sociales
del bebedor”19.
Nuestros especialistas como integrantes del equipo de politraumatizados, recepcionan
en el cuerpo de guardia pacientes con traumas faciales que previamente habían
ingerido bebidas alcohólicas. Motivado por la conducta de estos pacientes
en el cuerpo de guardia, el manejo inadecuado y la falta de comunicación
del personal médico y paramédico que en ocasiones traen como resultado
una inadecuada comunicación o trato frente a pacientes que presentan
múlltiples lesiones maxilofaciales y asociadas a otras regiones del organismo,
hacen más desagradable su comportamiento; la conducta equivocada que
asumen nuestros profesionales y el paciente, sin que exista falta de humanidad,
maleficencia e ignorancia teórica, conlleva a abordar este fenómeno
como problemática social y necesidad psicoterapeuta, es por ello que
se realiza este artículo de revisión con el objetivo de fundamentar
el proceso de desarrollo del conocimiento científico y filosófico
los conceptos de causa-efecto, necesidad, casualidad, realidad, fenómeno
y posibilidad en pacientes de consumo social y anormal de alcohol, así
como de explicar las causas del consumo social y anormal de alcohol y los efectos
que ocasiona, destacar el consumo social y anormal de alcohol como factor predisponente
en los traumatismos maxilofaciales, orientar a nuestros especialistas la importancia
del enfoque dialéctico incorporado a la terapéutica del paciente
alcohólico y señalar la necesidad de rehabilitar al individuo
de consumo social y anormal de alcohol e incorporarlo a la sociedad.
La forma más conocida de relación que se encuentra
siempre en todas partes, es la causa y efecto o relación de causalidad;
habitualmente se designa causa de cualquier fenómeno a lo que lo origina,
el fenómeno producido se llama acción y efecto.
En nuestra experiencia cualquier personalidad puede sucumbir ante los embates
de un tóxico, siempre que por algún mecanismo, se viabilice el
contacto frecuente con el tóxico. Nuestro interés en abordar conceptualmente
la personalidad que se motiva en lo fundamental, en las grandes transformaciones
que esta sufre bajo el efecto de las drogas, determinando este último
tanto su acción mediata e inmediata, durante los cuadros de embriaguez,
que se evidencia por consecuencias del consumo prolongado de esas sustancias20.
Si se tiene en cuenta los mecanismos de acción de las drogas ante los
efectos, consideramos tres fundamentalmente:
Ejemplo: Un individuo que interactua durante la ingestión de bebidas violando criterios de cantidad y frecuencia, recibe daños en el sistema nervioso central que trae como resutados cambios en la personalidad y la conciencia, si el sujeto asume la conducción de un vehículo y el efecto de la droga le ocasiona mareo, somnolencia, visión borrosa o inhibición de sus reflejos, ocasionará un accidente como causa de haber ingerido bebidas alcohólicas o estar en un período inmediato al consumo de alcohol.
VÍAS PATOGÉNICAS O CAUSAS QUE CONLLEVAN AL CONSUMO FRECUENTE Y EXCESIVO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS.Se describen seis grandes vías valoradas en el establecimiento de su adicción20:
Vía sociocultural.
El adolescente dice si a la droga para demostrar audacia ante sus congéneres
que lo “subvaloran” por no haber iniciado. “Paradójicamente”,
ese mismo grupo durante su adultez rechazará como “flojo o tarado”
a quienes no se han podido liberar de la droga.
Vía hedónica.
Aunque se vincula a la primera, se caracteriza por ser la búsqueda del
placer, la motivación mas importante para el consumo reiterado, frecuente
e sujetos con rasgos disociales y también en jóvenes precedentes
de medios familiares económicamente muy holgados y erróneamente
habituados a la satisfacción excesiva de sus necesidades de recreación.
Vía asertiva.
Se utiliza el tóxico como “Muleta” para enfrentarse a situaciones
en algún grado tímidas o determinantes de inseguridad y ansiedad.
Se establece frecuentemente en personas tímidas.
Vía evasiva.
El consumo del tóxico persigue olvidar experiencias penosas o situaciones
dolorosas y pretende lo que en el modelo de alcoholismo se conoce popularmente
ahogar las penas.
Vía Sintomática.
Donde existe patología subyacente generalmente psiquiátrica como
la depresión, la manía, las fobias y otros.
Vía constitucional.
El sujeto combina una carga familiar de toxicómano con un inicio temprano,
ausencia de otros mecanismos hegemónicos y tendencia sociales.
La ingestión irresponsable de bebidas alcohólicas son causas de
peleas, riñas, accidentes, de conductas inadecuadas, que puedan llegar
a causar la muerte del individuo.
Un paciente alcohólico es rechazado socialmente, pierde sus relaciones
humanas, tiene repercusión familiar y económica, se asocia a enfermedades
cardiovasculares y el cáncer; si se valora por su repercusión
humana en general, la existencia de unos 16 millones de alcohólicos lo
convierte en el primer problema de salud de Estados Unidos y de muchos otros
países. Según estudios efectuados en Cuba, la cifra de dependientes
alcohólicos en la población mayor de 15 años ronda el 2%,
pero el Ministerio de Salud Pública, con sus tradicionales proyecciones
preventivas, ofrece la posibilidad de combatir los patrones de consumo no recomendables
que pueden conducir a esta toxicomanía, convirtiéndose en una
necesidad del personal de Salud, pero además de la sociedad, por tanto
la atención y el trabajo con estos pacientes deberá realizarse
en grupo o equipos de salud.
Es desagradable cuando a nuestro cuerpo de guardia acude un
paciente que a causa de la ingestión irresponsable de alcohol ha sufrido
u ocasionado un accidente, donde la persona acude con múltiples traumatismos
maxilofaciales y asociados a otras regiones del organismo, que conllevan a incapacitarlos
de su trabajo, temporal o definitivamente debido a las secuelas y mutilaciones
que le pudieran quedar posterior a su tratamiento médico, quirúrgico
o postquirúrgico, además se debe tener en cuenta que muchos de
estos traumas comprometen la vida de del individuo politraumatizado o de otras
personas que pudieran estar involucradas en el accidente.
Cuando el equipos de traumatólogos se enfrentan a un paciente en el cuerpo
de guardia, es importante evitar un comportamiento inadecuado, ya que pudiéramos
estar enfrentando a un paciente embriagado, en este caso nuestra conducta debe
favorecer la identificación inmediata con el individuo y sus familiares,
como conducta de apoyo al fenómeno ocurrido y que en muchas ocasiones
puede ser evitado, se tomaran todas las medias postoperatorias que posibiliten
la recuperación del paciente y su incorporación social, sin secuelas
y mutilaciones. En el postoperatorio se mantendrán las medias necesarias
para lograr el éxito deseado, y se trabajará en la identificación
del fenómeno acción efecto y la familiarización del equipo
médico con el paciente y familiares para su recuperación, ya que
una vez recuperado el enfermo tiene conciencia plena de su condición
de agente moral autónomo y establecen relación con sus médicos
adultos que se necesitan y se respetan. La función en estos momentos
del médico es prevenir, aliviar, curar y rehabilitar al enfermo de su
sufrimiento, que puede estar dado por el trauma, la toxicomanía o ambos.
La ética colectiva comprende los principios que rigen la conducta de
un grupo de trabajadores de la salud21.
El paciente tendrá confianza en su médico y aceptará el
tratamiento. La responsabilidad de la salud debe ser compartida por el grupo
médico de trabajo, pacientes y familiares, fundamentada en el conocimiento,
el respeto mutuo y en la combinación de la pericia y la ética.
Cuando se decide el egreso de nuestra institución, debemos planificar
nuestro trabajo a un exitoso y notable esfuerzo cognitivo-afectivo-selectivo,
a su rehabilitación, ya que de continuar exponiéndose al alcohol
la recidiva como causa y el trauma como efecto, continuarían a pesar
de los esfuerzos terapéuticos realizados, constituyendo un pronostico
muy desfavorable que pudiera llegar a ser fatal.
Utilizando la relación médico- paciente como paridigma de este
importante aspecto en la atención del alcohólico, algunos estudios
han evidenciado la frecuente actitud de rechazo hacia el paciente por parte
del profesional22-24, aspecto este que se menciona anteriormente,
actitud generalmente determinada por prejuicios eticomorales, condicionamientos
fóbicos hacia el paciente, sentimientos ambiguos derivados de la identificación
del paciente con familiares del terapeuta afectado por el alcoholismo25.
Hoy se conoce internacionalmente que uno de los factores mas significativos
en la evolución del enfermo alcohólico es seguimiento por un equipo
de profesionales, con el cual se hubiese establecido una relación positiva26,
donde en lugar de los señalamientos críticos y consejos de amigos
y familiares, se encuentra compresión y disposición total para
combatir y triunfar en la lucha contra el tóxico27.
El problema del individuo interesa y preocupa a todos, la marcha de la historia
mundial ha hecho que cada persona se detenga a pensar, sienta que su destino
personal depende de la solución de los problemas sociales de nuestra
época, de los que defienden también el porvenir de la humanidad.
El hombre es una creación de la naturaleza la cual repercute en el desarrollo
individual de cada personalidad. El desarrollo social del hombre posee siempre
bases y premisas biológicas que se transforman bajo el efecto de las
condiciones sociales. Por ejemplo: las diferencias de sexo, las diferencias
raciales, el desarrollo de hábitos, sus facultades de actuar y de pensar,
la diferencia de edad28.
Las ocupaciones del médico en la sociedad cubana dentro de un régimen
socialista, responde a un ideal común, a un único propósito:
El bienestar del pueblo, que empleando las palabras de Sigerist: “de todo
el pueblo, sin distinción de ninguna clase; elevar el nivel material
y cultural de la población; liberar al hombre del yugo de la miseria;
de la ignorancia y de la enfermedad. En una sociedad así estructurada,
basada en la filosofía racional, la medicina debe entenderse como actividad
profesional, supeditada al interés social común, y que conjuga
una orientación científica con una técnica, y muchas veces
condicionada a formulismo legales o necesitada de trámites administrativos,
y que debe llenar la triple función de luchar contra la enfermedad, mantener
la salud y procurar la felicidad de los hombres28.
In our experience any person may succumb in the ingestion of alcoholic beverages whenever some mechanisms make easy the frequent contact with toxic element. Patients with craniomaxilofacial injuries attend our emergency department in most of them the cause which motivated the injury is the ingestion of alcoholic beverages. The patients who have taken beverages in abnormal quantities have an inadequate behavior and do not cooperate with the doctor´s staff for their emergency care , neither in their rehabilitation nor in their evolution or activities postraumatic treatment. The activities of the Cuban doctors in our society respond to a common ideal to one purpose to fight against the illness to keep the people’s health and to provide happiness. A bibliographic medicine review was done by ethics which includes the principles and rules, and behavior of a group of health’s workers.
Subject headings: ALCOHOLISM; SOCIAL BEHAVIOR; PERSONALITY; TRAUMATOLOGY