Dr. Ramón García Hernández1.
1. Especialista de Primer Grado en Medicina Interna. Instructor
Intensivista. Hospital General Docente "Leopoldito Martínez".
San José de las Lajas.
El Ministerio de Salud Pública orientó a partir del pasado año
la puesta en marcha del sistema de créditos académicos. Ello inicio
un proceso de restructuración en el área de la Docencia e Investigaciones
para conseguir la permanente y activa participación de los profesionales
de la salud en la superación según su perfil.
Como era de esperar la gran mayoría de los profesionales tomo positivamente
la idea y comenzaron a participar en tal indicación.
Sin embargo, como era de esperar, han ocurrido algunas irregularidades que de
continuar pueden desvirtuar el objetivo básico por el cual surgió
la orientación ministerial. Un gran número de galenos participaron
en eventos con elevado nivel científico, pero entre estos se encuentran
casos de acumuladores de créditos, los que se intentan cuantificar para
alcanzar la meta quinquenal sin existir una proporcional correspondencia entre
la especialidad básica del participante y el evento en cuestión.
No debe dudarse que a todos nos interesa un aval de información necesaria
para el desempeño de nuestro trabajo.
Se conoce que con el desarrollo alcanzado en el mundo de la información
es imposible vivir actualizado totalmente en una subespecialidad de la medicina.
De ahí que numerosos médicos se dediquen al estudio profundo de
temas aparentemente minúsculos como "Las interacciones del Oxido
Nítrico " o "La activación del receptor CD 14 dependiente
de los monocitos ", y a pesar de ellos no consiguen almacenar toda la información
al día sobre estas áreas.
De esta manera se puede inferir entonces, cuan difícil será dominar
la Medicina Interna, Nefrología, Neurología u otras grandes especialidades
aún dedicándole numerosas horas de estudio.
Por tanto todos estamos ávidos de ciencia en menor o mayor intensidad.
Ahora bien, ¿cómo orientar nuestra actividad científica?
Reflexione, primero individualmente y piense que si desea de manera sólida
interiorizar en el seno de una especialidad, tendrá que dirigir sus esfuerzos
de forma muy abarcadora para tener una información generalizada, o enfocarse
hacia aspectos principales en la especialidad para conseguir que el número
de horas dedicadas al acopio de información sea lo suficientes para permitir
la maduración de ese camino.
Si no se logra uno de estos aspectos, el final será sombrío apesadumbrado
e inseguro.
Por tales razones debe ser capaz de encausar sus decisiones en la participación
en eventos tales que permitan un verdadero enriquecimiento de sus principales
objetivos académicos y docentes y no participar por participar, o por
llegar a la meta necesaria en el número de créditos.
Por citar algunos ejemplos:
a) Un Dermatólogo matriculado en el curso sobre Cuidados Intensivos.
b) Un Clínico participando en un evento titulado "Cirugía
del Cáncer Anorectal"
c) Un Intensivista que asiste a un evento sobre Cáncer Bucal.
Todos ellos y otros muchos, reflejan sin exageraciones, que la matricula y la
participación buscando créditos debe ser razonada, sosegada y
decidida con la madurez necesaria de quién respetándose profesionalmente
dirige sus intereses.
Por otra parte, en segundo término, las autoridades de salud, (Jefes
de Departamentos, Vicedirectores, directores de unidades) deben ser lo suficientemente
observadores para discernir cuán necesaria y prudente es la participación
de sus profesionales en eventos; así como los organizadores de los mismos
deben admitir principalmente como matricula a los profesionales vinculados directamente
con las temáticas que se abordarán.
Ha de tenerse presente quién participa y con qué razones lógicas
lo hacen. Es importante que cada departamento se consolide con la adquisición
de información por estas vías y no solo se "ganen" los
créditos correspondiente al período.
Son vitales la tecnología y la información cuando se trata de
consolidar un trabajo. Pero nosotros que adolecemos de tanta tecnología
novedosa, debemos ser capaces de organizar y orientar el trabajo si por lo menos
intentamos ajustar nuestros departamentos y con ello el hospital hacia el mejoramiento
de la calidad en la atención a nuestros pacientes.
La carrera tras los créditos no debe ser, utilizando el lenguaje deportivo,
de velocidad, sino de resistencia; con ello en lo adelante el trabajo debe consolidarse,
será más académico y armónico, permitiendo que nuestros
pacientes reciban, en la meta final de la competencia, los verdaderos resultados
que les entregarán los profesionales concursantes.