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Revista de Ciencias Médicas La Habana 2003;9(2)

EDITORIAL

 

PAPEL DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL EN LA UNIVERSIDAD DE NUESTROS TIEMPOS.

 

Investigar significa pagar la entrada por adelantado y entrar sin saber lo que se va a ver.

J. RoberOppenheimer

 

 

En la actualidad, la Universidad tiene importantes retos y desafíos y para enfrentarlos la Investigación Científica juega un papel primordial, que en nuestras Universidades Médicas aún no se logra completamente.

Etimológicamente investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir vestigios). De ahí el uso más elemental del término en el sentido de “averiguar o descubrir alguna cosa”. Aplicada al campo de la ciencia se considera un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico que tiene por finalidad descubrir o interpretar los hechos y fenómenos, relaciones y leyes de un determinado ámbito de la realidad. Se plantea que la investigación constituye una búsqueda de hechos, un camino para conocer la realidad, un procedimiento para descubrir verdades parciales – o mejor – para descubrir no falsedades parciales.

Como proceso comprende un conjunto de fases: la formulación y definición de problemas, la formulación de hipótesis, la recopilación, sistematización y elaboración de datos, la formulación de deducciones y proposiciones generales y por último, el análisis de los resultados o conclusiones para determinar si se confirman o no las hipótesis formuladas y encajan dentro del marco teórico del que se partió.

Cuando la investigación se aplica al ámbito de “lo social” se habla de investigación social, es decir, es el proceso que utilizando el método científico, permite obtener nuevos conocimientos en el campo de la realidad social (investigación pura) o bien estudiar una situación para diagnosticar necesidades y problemas a efectos de aplicarlos conocimientos con fines prácticos.(investigación aplicada)1.

Debemos insistir que es una práctica social históricamente determinada debido a que:

  1. La realidad objeto de estudio cambia constantemente
  2.  Las circunstancias en las que se realiza son distintas ya sea si se labora en un ámbito académico, dependencia gubernamental o privada o del llamado sector social.
  3. Como sujetos históricos sociales poseemos un marco sociocultural y una posición político-ideológica que se manifiesta explícita o implícitamente al elegir los temas de estudios y durante la construcción del conocimiento
  4. El desarrollo de una disciplina y consecuentemente, la práctica respectiva dependen y se ubican en determinado contexto sociocultural, de conformidad con las necesidades y exigencias de la sociedad de que se trate

Las investigaciones científicas en general y en las ciencias sociales en particular, en América Latina no han respondido a políticas nacionales autóctonas. Más bien, se han desarrollado espontáneamente, según los intereses intelectuales de la comunidad científica, en temas relacionados con las necesidades primordiales de la sociedad y sin contar con orientaciones precisas, en otros casos han carecido de una auténtica proyección social o han estado dirigidas hacia problemas irrelevantes. Sólo el observador que no sea un simple espectador, sino que observe y comprenda la realidad y sobre todo, se identifique con estos problemas y se movilice para darles solución desde su quehacer investigativo podrá afrontar la misión que las ciencias sociales tiene reservado a sus profesionales. Así el presidente de la UNESCO, Federico Mayor, refiere que “toda la humanidad tiene el derecho de exigir que la investigación se ocupe, como máxima prioridad, de las causas de los problemas planetarios y la forma de contrarrestarlos…, eliminar los mecanismos de las desigualdades sociales y la exclusión” 2.

Las Universidades constituyen la columna vertebral del subsistema científico-tecnológico y por eso es a ellas las que le corresponde estimular el espíritu creativo y la investigación científica, que representa el punto de partida de todo esfuerzo de mejoramiento científico-tecnológico. Por otra parte el desarrollo científico y tecnológico contemporáneo enfrenta otros desafíos como la rapidez en la obsolescencia de los conocimientos, velocidad en la aparición de nuevos conocimientos y tecnologías y la Globalización y para enfrentarlos se requiere de información, intercambio y actividad investigativa. Hay que identificar a la investigación como un componente esencial de la calidad en salud, concepto este que conlleva un proceso de integración docente, asistencial e investigativo que se desarrolla en los propios servicios de salud y con la sociedad, donde la Universidad asume sus responsabilidades atencionales y lidera la investigación en función de contribuir a la satisfacción de las necesidades de la población3.

Como se ha planteado, el proceso de investigación es la vía fundamental de obtener conocimientos y el marco más propicio para ello es el espacio académico, las Universidades, pero esta producción cognoscitiva no tendría validez sino se crea una organización que permita su transmisión. Hay que buscar la relación entre las Universidades y los centros de producción y servicios, hospitales, farmacias y atención primaria de salud, lo que puede facilitar el paso natural de la producción del conocimiento a su introducción a la práctica, y esto conllevaría al cumplimiento de otro objetivo que es el de movilizar recursos, que en futuro ¿por qué no? Garantizaría la autogestión y sostenibilidad económica de nuestras Universidades.

De manera que la investigación debe hoy mantener su compromiso social, coadyuvar al constante desarrollo de la sociedad, tanto en lo social, lo político, como en lo económico y ser entre otras cosas, el principal ente catalizador en la interrelación de la Universidad y la Sociedad y debe constituir además un baluarte fundamental en el logro de la Excelencia que se le exige a nuestras Universidades en estos tiempos.

“En tiempos teológicos, Universidad teológica. En tiempos científicos, Universidad Científica. Pues ¿qué es ver una cosa, y no saber qué es?

                                                                                                José Martí

 

Dr. Vicente Martínez Rodríguez.
Especialista de I grado en Bioestadística, Asistente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
  1. Rojas Soriano R. Formación de investigadores educativos: una propuesta de investigación. México, DF: Plaza y Valdés Editores; 1997.
  2. Rodríguez Rebustillo M, Bermúdez Sarguera, R. Una aproximación más a la epistemología, lógica y metodología de la investigación educacional. En: Metodología de la Investigación y su relación con la Educación en Ciencias de la Salud. La Habana: MINSAP; 2002. (Diplomado Educación Universitaria en Ciencias de la Salud. 4-22 Nov 2002. La Habana.)
  3. Salas Perea, Ramón S: La calidad en el desarrollo profesional: avances y desafíos. Rev Cubana EducMed Superior 2000; 14(2):136-47.
  4. CECAM. Informática médica II. La Habana: MINSAP; 2002.

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