Revista de Ciencias Médicas La Habana

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Revista de Ciencias Médicas La Habana 2016; 23(1)

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Factores de riesgo, funcionamiento familiar y lesiones no intencionales en menores de cinco años 

 

Risk factors, family working and non-intentional lesions in children younger than five years old

 

Remigio R. Gorrita Pérez,I Gilda Barrientos López,II Yelina Gorrita Pérez,III

IEspecialista de II grado en Pediatría. Investigador Auxiliar. Máster en Atención Integral al Niño. Profesor Auxiliar y Consultante. Policlínico Universitario "Santiago Rafael Echezarreta Mulkay". Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque. San José de las Lajas. Correo electrónico: remigio.gorrita@infomed.sld.cu
IIEspecialista de I grado en Medicina General Integral. Policlínico Docente "Luis Augusto Turcios Lima". San José de las Lajas. Cuba. Correo electrónico: remigio.gorrita@infomed.sld.cu
IIILicenciada en Enfermería. Profesor Instructor. Máster en Atención Integral al Niño. Policlínico Universitario "Santiago Rafael Echezarreta Mulkay". Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, San José de las Lajas, Cuba. Correo electrónico: yelinagorrita@infomed.sld.cu

 

 


RESUMEN

Introducción: las lesiones no intencionales o accidentes son causa importante de morbilidad y mortalidad infantiles. El funcionamiento familiar es un aspecto que debe ser considerado en su posible relación con los mismos.
Objetivo: identificar en las familias con niños menores de cinco años las lesiones no intencionales en los últimos seis meses, sus factores de riesgo y su funcionamiento familiar.
Métodos: se realizó un estudio, descriptivo, transversal y retrospectivo en 164 hogares de niños menores de cinco años de cuatro consultorios del Policlínico Docente "Luis Augusto Turcios Lima" de San José de las Lajas. Se efectuó una visita de observación y se empleó el test de evaluación de funcionamiento familiar (FF-SIL) Se estudiaron: edad, factores de riesgo de accidentes, accidentes en menores de cinco años en los últimos seis meses y el funcionamiento familiar.
Resultados: en todas las familias hubo riesgos de accidentes. El mas importante el libre acceso al área de al cocina, el 72 % de las familias se clasificaron con bajo riesgo de accidentes y el 66 % funcionales, pero se estableció una importante relación entre la funcionalidad familiar y el número de factores de riesgo y los accidentes ocurridos en los últimos seis meses. En el 28,6 % de las viviendas se presentaron accidentes. El más frecuente fueron las caídas.
Conclusiones: se estableció una importante relación entre factores de riesgo de accidentes, los accidentes y grado de funcionamiento familiar.

Palabras clave: heridas y traumatismos; accidentes; factores de riesgo; reconocimiento (psicología); recién nacido; lactante; preescolar.


ABSTRACT

Introduction: non-intentional lesions or accidents are important causes of morbidity and mortality in children. Familiar functioning is an aspect that should be considered in the possible relation with them.
Objective: to identify non-intentional lesions in families with children younger than five years old in the last six months, their risk factors and family working.
Methods:
a transversal, retrospective and descriptive study was performed in 164 in homes with children younger than five years old in four doctors’ offices from “Luis Augusto Turcios Lima" Teaching Policlinic in San José de las Lajas. A visit for observation was carried out and the evaluation test of Family Functioning was used (FF-SIL) Age, risk factors of accidents, and accidents of children younger than five years old in the last six years were studied as well as  family functioning.
Results: there were risks of accidents in all the families. The most important was the free access to the kitchen area, 72 % of the  families were classified  with low risk of accidents and   66 % were functional families, but an important relation among family functionality, number of risk factors and occurred accidents  in the last six months was established. Accidents were presented in the 28,6 % of the  of the houses. Falls were the most frequent ones.
Conclusions: an important relation was established among risk factors of accidents, the accidents, and family functioning level.

Keywords: wounds and injuries; accidents; risk factors; recognition (psychology); infant, newborn; infant; child, preschool.

 

 

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los accidentes como acontecimientos fortuitos, generalmente desgraciados o dañinos, que ocurren independientemente de la voluntad humana, provocados por una fuerza exterior que actúa rápidamente y que se manifiesta por la aparición de trastornos  orgánicos o mentales que pueden traducirse en incapacidad, secuelas o muerte.1-3

Se define accidente como acción o suceso eventual que altera el orden regular de las cosas de modo involuntario del cual resulta daño para las personas o las cosas. En derecho penal, se entiende que hay accidente cuando el hecho se causa sin dolor ni culpa.4  

Otros autores coinciden con los sabios preceptos del fallecido profesor José Jordán de que los accidentes “ni son tan inevitables ni son tan accidentales” y han adoptado por considerarlo mas racional desde el punto de vista conceptual, el término de “lesiones no intencionales”.1,2,5

Se calcula que cada año sufren lesiones graves o mueren en todo el mundo 20 millones de individuos por esas causas. Se excluyen guerras,  epidemias o  desastres naturales; y dependen de la llamada “Guerra Silenciosa” que son los accidentes. Las pérdidas materiales por los mismos ascienden a más de 500 000 millones de dólares.6

Un accidente indica la existencia de un riesgo en el entorno familiar, que no fue detectado y corregido, lo conocemos lamentablemente a través de sus consecuencias, y expresa un fracaso de acciones que dejaron de realizarse en la promoción y prevención en la Atención Primaria de Salud (APS) Por eso algunos autores al conceptualizar la negligencia y el abandono, dentro del maltrato infantil incluyen el accidente en el hogar en ese rango.7

El accidente es una de las primeras causas de muerte en todas las edades, con mayor incidencia en niños y jóvenes. Mundialmente se producen 875 000 muertes cada año por esta causa; y se revela una muerte cada 5 segundos y un traumatismo cada 2 segundos.2 En Cuba según el Anuario Estadístico del 2012 los accidentes con 4 789 defunciones constituyeron la cuarta causa de muerte en todas las edades con una tasa de 46,3 x cada 100 000 habitantes.8 En menores de 19 años fueron la primera causa de muerte, ocuparon la cuarta causa en los menores de un año y pasa a ser la tercera causa, si seleccionamos el grupo post neonatal, es decir de 27 días a 11 meses y 28 días. Ese año murieron en Cuba 220 niños por accidentes, es decir uno cada 2 horas; en menores de un año una cada 18 días, en preescolares uno cada 8 días, en escolares uno cada 5 ½ días y en adolescentes una cada tres días.8 Los accidentes son una de las causas más comunes de consulta en los servicios de urgencias durante la infancia y la adolescencia y los fallecidos solo son la punta visible de ese iceberg.10-14

Al nacer un hijo, los padres deben ir modificando su entorno para hacerlo seguro, pues durante los primeros años de vida es el escenario donde se producen la mayoría de los accidentes. Cuando crezca, estos serán más frecuentes fuera de casa: en la calle, en el círculo o cuando hace deportes.5,6,7

Una de las líneas de investigación del Ministerio de Salud Pública es la relacionada con los accidentes; y están enmarcadas en las proyecciones estratégicas de trabajo hasta el año 2015 y uno de sus propósitos es la reducción de la mortalidad por esta causa en un 20 %. Algunos podrían pensar que la preeminencia de los accidentes es un fenómeno relativo y que ahora impresionan como un elemento importante al disminuir el número de niños que fallecían por otras causas sobre todo infecciosas, pero realmente el número de muertes por accidentes crece cada año.8,9

Las causas más frecuentes en la mortalidad por accidentes en los menores de un año han sido: bronco aspiración, sofocación, colecho y quemaduras; en el preescolar, escolar y la adolescencia, las principales han sido: las relacionadas con el tránsito, el ahogamiento y sumersión, seguido de quemaduras, corriente eléctrica, fulguración por rayos, caídas y envenenamiento.8,9

En el hogar el mayor número de lesionados es principalmente por las caídas. Se ha calculado que por cada niño fallecido por un accidente, pueden ocurrir entre 200 y 2 600 lesionados, y que ocupan entre el 20 y el 40 % de las camas hospitalarias.10

La familia como célula fundamental de la sociedad tiene una función educativa en la formación de las nuevas generaciones, es el centro de la vida de hombres y mujeres y sobre todo los niños. Es el elemento intermediario por excelencia entre el individuo y el medio que le rodea y eje de la promoción y el mantenimiento de la salud. Por ello se afirma entonces que el grado de funcionamiento familiar es un determinante de los niveles de salud de sus individuos y capaz de modificar o estar relacionado con diferentes aspectos de la morbilidad o mortalidad de sus miembros.4,15

Por la importancia que revisten las lesiones no intencionales o accidentes en los niños pequeños en Cuba y la inevitable relación en su producción con la falta de cuidados o negligencia de los adultos, se decide realizar una investigación para identificar en cada hogar los accidentes, y los factores de riesgo que pudieran desencadenarlos y evaluar hasta qué punto el grado de funcionamiento familiar puede tener relación con este fenómeno. 

MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo transversal y retrospectivo con el objetivo de identificar los factores de riesgo de accidentes o lesiones no intencionales y aquellos  ocurridos en los últimos seis meses en 164 hogares de niños menores de cinco años de cuatro consultorios del área urbana del Policlínico Docente “Luis Augusto Turcios Lima” de San José de las Lajas, durante los meses de enero a marzo del 2014,  y que cumplieron los criterios de la investigación. Se realizó previo consentimiento informado una visita de observación a cada uno de los hogares.

Se aplicó una encuesta según metodología aplicada por Pacios y Salazar.15 Se aplicó el test de evaluación de funcionamiento familiar (FF-SIL) a uno de los padres o tutores que mostró, según criterio del investigador, capacidad para responderlo. (anexo 1)  

Criterios de Inclusión

Hogares y familias con niños menores de cinco años de los tres consultorios seleccionados  y cuyos convivientes aceptaron participar en el estudio.

Se estudiaron las siguientes variables:

  • Edad 
  • Factores de riesgo de accidentes en los hogares. (anexo 2)
  • Los hogares se clasificaron en: hogares con bajo riesgo: menos de cinco factores, hogares con mediano riesgo: entre seis y nueve factores y hogares con alto  riesgo: más de diez factores.
  • Antecedentes de accidentes en los últimos seis meses considerándose para los efectos: caídas, ingestión  de sustancias toxicas o medicamentos, heridas cortopunzantes, fracturas, cuerpos extraños, mordeduras por animales, electrocución, casi ahogamiento, quemaduras, asfixia, otros. (anexo 1)
  • Grado de funcionamiento familiar según aplicación del FF-SIL que se clasificó según las especificaciones del test en: familias funcionales (70-57 puntos), familias moderadamente, funcionales (56-43 puntos), familias disfuncionales (42 a 28 puntos) y familias severamente disfuncionales (27 a 14 puntos).

La información obtenida se computó para su análisis en una base de datos en Excel utilizándose frecuencia absoluta, relativa porcentaje y se aplicó el Riesgo Relativo o factor de incidencia (RR), cuando se consideró necesario según la fórmula:
RR = TI exp. / TI no exp. Las Tasas de Incidencia de Expuestos: (TI exp.) = c/n1 y de no expuestos (TI no exp.) = c/n2 (17).  

Los resultados se muestran en gráficos y tablas.

 

RESULTADOS

En las visitas realizadas se identificó algún riesgo de accidente en la totalidad de los hogares según se aprecia en la tabla 1. El factor de riesgo de mayor importancia es el acceso libre al área de la cocina en la totalidad de los casos, también tiene una preocupante frecuencia la existencia de juguetes y objetos pequeños al alcance de los niños en el 59.7 % de los casos. En el 54.2 % de las viviendas se encuentran equipos, tomacorrientes e instalaciones eléctricas sin protección y en alrededor de una de cada 5 viviendas había camas y cunas mal protegidas, animales capaces de producir mordeduras (perros y gatos) y bolsas de nylon al alcance de los niños.

Tabla 1. Factores de riesgo de accidentes más frecuentes en los hogares  de niños menores de cinco años.


Factores de riesgo de accidentes

No.

%

Acceso libre al área de la cocina

164

100

Juguetes y objetos pequeños al alcance de los niños

98

59.7

Equipos, tomacorrientes e instalaciones eléctricas sin protección

89

54.2

Muebles que pueden ser tirados al piso

46

28

Cunas o camas mal protegidas

38

23.1

Animales capaces de producir mordeduras

34

21

Bolsas de nylon al alcance de los niños

32

20

Juguetes, muebles y otros objetos en desorden

28

17

Escaleras y balcones sin barandas o barandas inseguras

26

16

Objetos cortantes y punzantes

26

16

Cocinas defectuosas o mal manipuladas

14

9

 Depósitos de agua destapados

7

4.2

Niños dejados solos

6

4

Fármacos con fácil acceso o mal identificados

4

2.4

Colecho

3

2

N 164

El resto de los factores de riesgo se exponen en orden decreciente en  la tabla. El número de factores de riesgo identificados en los 164 hogares visitados permite clasificarlos según el grado de riesgo de accidentes en: con bajo riesgo (cinco factores de riesgo o menos) 118 para el 72 %, con mediano riesgo (de 6 a 9 factores de riesgo)  46 para el 28 % y con alto riesgo (10 factores de riesgo o más), no se encontró ninguna.

Como se observa en la tabla 2 predominan las familias funcionales con un 66 %. No se encontraron familias severamente disfuncionales. Cuando se analiza la relación entre funcionalidad familiar y los grados de riesgo de accidentes de las familias se evidencia  que los grados de riesgo de accidentes se expresan de forma proporcional al grado de funcionabilidad familiar. En 4 de las 6 familias disfuncionales (66,6 %) se estableció un mediano  riesgo de accidentes, mientras ese grado de riesgo solo se evidencia en el 15,3 % cuando las familias eran funcionales. Cuando se estableció el Riesgo Relativo o Razón de Incidencia (RR) entre el grado de funcionabilidad familiar y los grados de riesgo de accidentes este fue de 3, con respecto al grado de funcionabilidad familiar.

Tabla 2. Grados de funcionamiento familiar y grados de riesgo de accidentes.


Grados de funcionamiento familiar

Total

%

Grados de riesgo de accidentes

Bajo riesgo

%

Mediano riesgo

%

Alto riesgo

Funcional

108

66

90

84,7

18

15,3

-

Mod. Funcional

50

30.4

26

52

24

48

-

Disfuncional

6

4

2

33,3

4

66, 6

-

Total

164

100

118 (72 %)

100

46 (28 %)

100

-

N: 164


En la tabla 3 se identifican los accidentes ocurridos en los niños menores de cinco años en los hogares visitados durante los seis meses previos a la investigación.

Tabla 3. Clasificación de los accidentes ocurridos en los niños en los últimos seis meses.


Tipos de accidentes

Total

%

Caídas

22

47

Deglución o introducción de cuerpos extraños

8

17

Quemaduras

6

13

Contusiónes

3

6.3

Heridas corto punzantes

3

6.3

Fracturas

2

4.2

Ingestión de medicamentos o sustancias tóxicas

2

4.2

Mordeduras por animales

1

2.1

Total

47

29

N: 47


Las caídas fueron los accidentes más frecuentes, para un 47 % de los lesionados. En segundo y tercer lugares aparecen los cuerpos extraños y las quemaduras con un 17 y 13 % respectivamente. El resto se disponen en la tabla en orden decreciente

La tabla 4 muestra el número de niños con antecedentes de accidentes y su relación con el grado de riesgo de accidentes en sus hogares. Como se observa en los hogares con bajo riesgo hay 32 niños accidentados para un 27 % de los mismos, esta proporción es  mayor en los hogares de mediano riesgo donde hay 15 accidentados en 46 viviendas para un 33 %. Al establecer el RR entre la posibilidad de tener un accidente en una vivienda de mediano riesgo con respecto a otra de bajo riesgo, se puede decir que los provenientes de una vivienda de mediano tienen un RR de 1,2 de sufrir un accidente con respecto a las de bajo riesgo.

Tabla 4. Antecedentes de accidentes en los niños estudiados y su relación con el grado de riesgo identificado.


Grado de riesgo de accidentes

Total

Antecedentes  de accidentes

%

Bajo riesgo

118

32

27

Mediano riesgo

46

15

33

Total

164

47

29

N: 164

La tabla 5 muestra los antecedentes de accidentes en los hogares de niños menores de cinco años en  los últimos seis meses y su relación con el grado funcionamiento familiar. En el 28,6 % de las viviendas estudiadas se presentan accidentes. Ahora bien cuando se analiza la relación con el grado de funcionamiento familiar se establece una relación muy estrecha. En las familias funcionales solo hay accidentes en el 9,2 % de ellas, sin embargo en el 100 % de las disfuncionales se presentan accidentes en los últimos seis meses y en el 62 % de las moderadamente funcionales. Cuando se estableció el RR entre los hogares donde se produjeron accidentes y el grado de funcionamiento familiar este es de 7 con respecto a este elemento cuando las familias son disfuncionales o moderadamente funcionales.

Tabla 5. Familias con  antecedentes de accidentes en los últimos seis meses y su relación con el grado de  funcionamiento familiar.

 

Funcional

Mod. Funcional

Disfuncional

Total

Funcionamiento familiar

108

50

6

164

Familias con accidentes

10

31

6

47

%  Accidentes / Funcionamiento 

9,2

62

100

28,6

N: 164

 

DISCUSION

Identificar los factores de riesgo de accidentes o lesiones no intencionales en cada familia es un elemento fundamental que permite al médico de familia y al pediatra en la APS dispensarizar a cada una de ellas y dirigir mas racionalmente las acciones de promoción y prevención de salud como han recomendado otros autores.3,15

El factor de riesgo de mayor importancia identificado en la totalidad de las viviendas es el acceso libre al área de la cocina, situación perfectamente explicable por la estructura “sui generis” de las viviendas en los cuatro consultorios visitados, en general muy humildes y no se establece una separación física de esa área con respecto al resto de la vivienda. Esta cifra fue similar a la identificada, en el 2008 en edificios de microbrigadas y algo menor que la que se menciona en otro estudio realizado en 1998 en La Habana de Este.15,3

El área de la cocina tiene condiciones idóneas para que se produzcan quemaduras o lesiones con objetos cortantes, y es imprescindible prevenir, aun más, en viviendas con evidentes limitaciones estructurales. La existencia de juguetes y objetos pequeños al alcance de los niños y equipos, tomacorrientes e instalaciones eléctricas sin protección también mostraron una alta incidencia en la investigación. Ambos aspectos por encima de lo hallado por otros autores y el primero de ellos por debajo de los resultados del 2008.3,15 

Estos dos elementos son de alta preocupación, el primero frecuentemente determinante de la introducción o deglución de cuerpos extraños y el segundo con electrocuciones. Como se observa en esta investigación y sin dudas en relación con estos factores de riesgo: las caídas y la introducción de cuerpos extraños son los dos accidentes mas frecuentes que se produjeron. En Ciego de Ávila en el 2006 se identifican en niños de 1 a 4 años, 7 con shock eléctrico, lo que pone en evidencia la importancia de la prevención para evitar estos casos.18

Los muebles que pueden ser tirados al piso, las camas o cunas mal protegidas, los animales que pueden producir mordeduras y las bolsas de nylon al alcance de los niños fueron identificados con frecuencia, lo que coincide con los estudios previamente mencionados.3,15

Con respecto a los animales afectivos, los interrogados argumentaban que eran animales inofensivos, pero hay que considerar que la coexistencia de animales y niños pequeños, por el espíritu intrépido de los segundos y la respuesta muchas veces impredecible de los primeros, puede provocar  independientemente de su habitual “mansedumbre”, mordeduras que pueden ser muy graves. En Matanzas en el año 2006 se identifican las mordeduras en uno de cada 20 niños accidentados.19

Esta pesquisa puso de manifiesto cuanto hay de desconocimiento familiar con respecto a los accidentes o lesiones no intencionales en la infancia y cuanto hay que hacer por cada equipo básico y cada pediatra por modificarlos en cada  acción de terreno, que son el instrumento idóneo para ello. Hay autores que  sientan pautas en este sentido y nunca dejan de destacar la evitabilidad y  la necesidad de educar a los padres con respecto a la prevención de los mismos.5  

No todos los hogares muestran igual número de factores de riesgo por eso fue objetivo clasificarlos según su grado de riesgo. Predominan los clasificados con bajo riesgo resultado que coincide con otro autor que señala un 75,5 % de viviendas con bajo riesgo de accidentes en otra área de este municipio.3

Aunque con todas las familias es necesario actuar sobre los riesgos, la aplicación de esta clasificación permite establecer un orden de prioridades para aquellas viviendas con más dificultades y se convierte de hecho en un valioso instrumento para el equipo básico de salud, específicamente para el pediatra, que puede tomar en consideración para su análisis de la situación de salud y su plan de acción.

En la investigación predominan las familias funcionales, pero a la hora de establecer la relación entre la funcionalidad de las mismas si se establece una importante relación entre ambos aspectos y un RR significativo. Otros autores en otros grupos etáreos también establecen la importancia de los factores de riesgo en la producción de los accidentes en el hogar y la necesidad de su prevención.20

Las caídas fueron los accidentes más frecuentemente identificados en los niños menores de cinco años en los seis meses precedentes,  seguidos de la deglución o la introducción de cuerpos extraños y las quemaduras. La generalidad de las investigaciones y estadísticas cubanas y extranjeras no dejan de señalar a las caídas como el más frecuente de los accidentes.2,3,7-9

El niño por sus características psicológicas, el desconocimiento del peligro y su carácter audaz posee las condiciones para que se produzcan caídas y si existen como en los hogares estudiados factores de riesgo los resultados se explican por si mismos.

No se debe soslayar el deber de los padres de brindar los cuidados y custodia adecuadas, así como educar desde las primeras etapas a los niños con respecto a posibles peligros. Hay autores7,1 que enfatizan el vínculo entre el accidente y las diferentes formas de maltrato infantil específicamente la negligencia y otros como Katy Leidys Báez González* en el 2014 instrumenta intervenciones capacitantes sobre este tema*.
Es necesario considerar durante los cuatro primeros años de vida, la protección; y que cualquier accidente a esta edad es entera responsabilidad de los que vigilan o custodian al niño.18

Los cuerpos extraños son el segundo tipo de accidente en la casuística y pueden determinar, cuando se asientan en vías respiratorias, una elevada mortalidad como se reporta en algunos estudios.13 Las quemaduras, el tercer tipo de accidente en frecuencia en el estudio, además de la letalidad que le acompaña esta marcado por el importante daño estético y psicológico, que posiblemente el niño arrastre mas allá de la infancia.4,7

Un elemento importante de la investigación y de la cual no existen referencias es la vinculación definida entre los grados de funcionamiento familiar y la presencia de factores de riesgo y accidentes en los niños que los autores proponen utilizar como un importante instrumento para identificar las familias más vulnerables y ejercer con más certeza las acciones de promoción y prevención de lesiones no intencionales en la APS.

Se concluye que en la totalidad de las viviendas se identifican factores de riesgo de accidentes, los más frecuentes fueron: el acceso libre al área de la cocina, los juguetes, objetos pequeños al alcance de los niños y equipos, tomacorrientes e instalaciones eléctricas sin protección  Aunque la mayoría de las viviendas se clasifican con bajo riesgo de accidentes, hay proporcionalmente un mayor número de accidentes en aquellas con mayor número de factores de riesgo.  

Dentro de los accidentes ocurridos en los últimos seis meses predominan las caídas, la ingestión o introducción  de cuerpos extraños y las quemaduras. Existe una mayor posibilidad de accidentes en aquellos hogares clasificados con mediano  riesgo de accidentes. Se identificaron un mayor número de factores de riesgo de accidentes en aquellas familias con peor grado de funcionamiento familiar.

* Katy Leidys Báez González Estrategia de capacitación sobre el maltrato infantil en familias de un equipo básico de salud en Mayabeque Trabajo de terminación para optar por el titulo de especialista de primer grado en pediatría Mayabeque 2014.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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ANEXO 1

Prueba de Percepción del Funcionamiento Familiar (FF-SIL)

A continuación se presenta un grupo de situaciones que pueden ocurrir o no en su familia. Usted debe clasificar y marcar con una X su respuesta según la frecuencia en que la situación se presente.

 

Casi Nunca

Pocas veces

A veces

Muchas veces

Casi siempre

1

Se toman decisiones para cosas importantes de la familia.

 

 

 

 

 

2

En mi casa predomina la armonía.

 

 

 

 

 

3

En mi casa cada uno cumple sus responsabilidades.

 

 

 

 

 

4

Las manifestaciones de cariño forman parte de nuestra vida cotidiana.

 

 

 

 

 

5

Nos expresamos sin insinuaciones, de forma clara y directa.

 

 

 

 

 

6

Podemos aceptar los defectos de los demás y sobrellevarlos.

 

 

 

 

 

7

Tomamos en consideración las experiencias de otras familias ante situaciones difíciles.

 

 

 

 

 

8

Cuando alguno de la familia tiene un problema, los demás lo ayudan.

 

 

 

 

 

9

Se distribuyen las tareas de forma que nadie esté sobrecargado.

 

 

 

 

 

10

Las costumbres familiares pueden modificarse ante determinadas situaciones.

 

 

 

 

 

11

Podemos conversar diversos temas sin temor.

 

 

 

 

 

12

Ante una situación familiar difícil, somos capaces de buscar ayuda en otras personas.

 

 

 

 

 

13

Los intereses y necesidades de cada cual son respetados por el núcleo familiar.

 

 

 

 

 

14

Nos demostramos el cariño que nos tenemos.

 

 

 

 

 

Para evaluar las respuestas se utilizarán los siguientes valores.

  • Casi nunca: 1 punto
  • Pocas veces: 2 puntos
  • A veces: 3 puntos
  • Muchas veces: 4 puntos
  • Casi siempre: 5 puntos

Grado de funcionamiento familiar según aplicación del FF-SIL. Se clasificó según las especificaciones del test en:  

  • Familias funcionales (70-57 puntos)
  • Familias moderadamente funcionales (56-43 puntos)
  • Familias disfuncionales (42 a 28 puntos)
  • Familias severamente disfuncionales (27 a 14 puntos)

 

ANEXO 2

Guía para encuesta y visita de observación a los hogares de niños menores de cinco años sobre accidentes y factores de riesgo de accidentes.

Estimados padres: Quisiéramos contar con su tiempo y colaboración para conocer sobre algunos aspectos de los accidentes en sus hijos menores de cinco años.  Consideramos que los resultados pueden resultar de mucha importancia para la salud de sus hijos, muchas gracias.
Sexo____  Fecha de nacimiento________________
Antecedentes de accidentes en su niño el los últimos seis meses: Si____  No______
En caso de ser si la respuesta cual o cuales han sido. Marcar donde corresponda


Caídas

 

Contusión

 

Heridas corto punzantes

 

Fracturas

 

Quemaduras

 

Deglución o introducción de cuerpos extraños

 

Ingestión de medicamentos u otras sustancias tóxicas

 

Mordeduras por animales

 

Factores de riesgo de accidentes:

  1. Acceso libre al área de la cocina

 

  1. Muebles que pueden ser tirados al piso

 

  1. Objetos cortantes y punzantes

 

  1. Cocinas defectuosas o mal manipuladas

 

  1. Fármacos con fácil acceso o mal identificados

 

  1. Piso mojados o engrasados

 

  1. Fósforos, encendedores y similares al alcance de los niños

 

  1. Equipos, tomacorrientes e instalaciones eléctricas sin protección

 

  1. Juguetes y objetos pequeños al alcance de los niños

 

  1. Recipientes con queroseno y otras sustancias toxicas

 

  1. Escaleras y balcones sin barandas o barandas inseguras

 

  1. Juguetes, muebles y otros objetos en desorden

 

  1. Iluminación deficiente

 

  1. Animales capaces de producir mordeduras

 

  1. Depósitos de agua destapados

 

  1. Fugas de gas

 

  1. Cunas o camas mal protegidas

 

  1. Bolsa de nylon al alcance de los niños

 

  1. Niños dejados solos

 

  1. Colecho.

 

 

 

Clasificación del grado de riesgo

  • Bajo riesgo: Menos de cinco factores
  • Mediano riesgo: Entre seis y nueve factores
  • Alto riesgo: Más de diez factores

 

 

Recibido: 30 de noviembre del 2015
Arpbado: 2 de diciembre del 2015

 

 

MsC. Remigio R. Gorrita Pérez. Especialista de II grado en Pediatría. Investigador Auxiliar. Máster en Atención Integral al Niño. Profesor Auxiliar y Consultante. Policlínico Universitario "Santiago Rafael Echezarreta Mulkay". Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque. San José de las Lajas. Correo electrónico: remigio.gorrita@infomed.sld.cu

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